Perro
de origen antiquísimo, pastor, cazador y ayudante de los pescadores.
Su población más numerosa se sitúa en Andalucía adonde se ubica innegablemente
su nacimiento. También la cornisa Cantábrico ha contado siempre con una
población numerosa y homogénea. Su fisonomía y la conformación peculiar
de su pelo se adaptan al régimen cambiante de encharcamiento y sequía de
las marismas. Hay teorías que lo consideran el orígen para la creación del
popular Caniche.
Es un perro rústico, de formas armónicas, de vista, oído y olfato
muy desarrollados. La cabeza es fuerte, de porte elegante, ojos
ligeramente oblicuos, más bien separados, de mirada muy expresiva; iris
de color avellana hasta color castaño; orejas de inserción media, triangulares
y caídas. El cuello es corto y musculoso, sin papada. El cuerpo robusto,
con línea superior recta y cruz poco pronunciada. Cola de inserción media,
generalmente amputada entre la segunda y cuarta vértebra coccígea. Su marcha
preferida es el trote, aunque desarrolla una gama de carreras, saltos, giros
y quiebros de gran espectacularidad, que demuestra una energía inagotable.
El pelo es siempre rizado y de consistencia lanosa. De ondulado a acaracolado
cuando es corto, hasta formar cordeles cuando se deja largo. Color blanco,
negro y marrón sólido o blanco con manchas negras o marrones, no se admiten
los tricolores.
Es un perro obediente, alegre, laborioso, valiente y equilibrado;
de gran capacidad de aprendizaje amoldable a todas las situaciones.