Los
primeros Labradores Retriever eran originarios de Terranova, Canadá, y no
de Labrador como su nombre lo indica. Era conocido como perro de
agua, Terranova pequeño o perro de St. John, era entrenado para saltar al
agua cuando el barco se acercaba al puerto y recogía con su boca las puntas
de las redes llenas de pescados y remolcaba la red hasta tierra. Sus compañeros
humanos de tripulación vaciaban la carga.
El también hacia el trabajo de recoger los corchos flotantes de
las redes y los traía a tierra, mientras sus compañeros de tripulación se
dedicaban a descargar. A principios del siglo XIX al enterarse
los cazadores británicos de la capacidad de esta raza, empezaron a comprar
perros de los barcos que llegaban a Inglaterra transportando bacalao salado;
De esta manera comenzó a desarrollarse el labrador, en cruza con otros perros
de caza como los spaniel de agua y el perro cobrador de pelo rizado.